Muchos niños en algún momento de su vida querrán tener un perro. Nosotros como papás no podremos dejar de pensar en el tiempo, trabajo y dinero que ello implica, pero ¿Sabía usted que los perros pueden beneficiar la salud y el desarrollo emocional de nuestros hijos?
La lista es interminable así que aquí exploraremos solo algunas de los beneficios de poner un perro en la vida de los niños.
Responsabilidad
Cuidar a un ser vivo es una gran oportunidad para enseñarle a un niño a ser responsable. Alimentarlo, bañarlo, sacarlo a pasear y recoger sus desechos pueden ser una gran lección de vida.
Son más saludables
Sistema inmune: Estudios recientes en salud pediátrica concluyeron que los niños que vivían con mascotas (en especial perros) durante su primer año de vida tenían un mejor sistema inmune que aquellos que no lo hicieron. Creen que la exposición a los perros puede haber impulsado positivamente la maduración de su sistema inmune durante la infancia. Además, cuando se enfermaban, necesitaban un ciclo más corto de antibióticos en comparación con los niños que no vivían con mascotas.
Alergias: En otro estudio se encontró que los niños que estaban predispuestos por algunos de los padres a alergias respiratorias o asma tenían muchas menos posibilidades de desarrollar problemas similares si tenían un perro en casa. Descubrieron que la convivencia temprana es clave pues estos beneficios se notaban particularmente en aquellos niños que tuvieron un perro durante el primer año de vida.
Inteligencia emocional: Muchas personas se preocupan por incrementar el Coeficiente Intelectual de sus hijos pero pocos le prestan atención a la Inteligencia Emocional. Tener un perro le permitirá a los niños practicar y tener mejores habilidades emocionales.
Cuidar de otra vida requerirá que su hijo se convierta en una mejor persona, más compasiva y desinteresada. El simple hecho de sacrificar un poco de su tiempo libre para alimentar y sacar a pasear a su mascota ayudará a los niños a generar empatía por las necesidades de los demás.
Además, el cuidado de una mascota aumenta la autoestima de un niño. Cumplir con tareas pequeñas (como llenar su plato de agua) los ayudará a sentirse competentes y también les dará una sensación de logro.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU descubrió que los niños con perros en casa tenían niveles reducidos de ansiedad y una cantidad reducida de estrés. Creen que los niños que interactúan con perros tienen mayores niveles de oxitocina liberada en sus cerebros. En resumen, PERROS = FELICIDAD (pero esto probablemente ya lo sabías).
Más ejercicio y juego
Si está buscando una manera de sacar a sus hijos del sofá, la pantalla y los dispositivos móviles intente adoptando un perro. Los niños que tienen un perro en casa hacen ejercicio en promedio 11 minutos más al día que aquellos que no tienen uno. Pudiera parecer poco pero suman 5.5 horas al mes y 66 horas al año de actividad física adicional. Algunos investigadores creen que tener un perro puede ser una forma viable de ayudar a combatir la obesidad infantil.
La lista podría continuar pues son innumerables los estudios sobre los beneficios de tener un perro para niños con Síndrome de Down, Autismo, TDA, etc. pero los tocaremos a detalle en otra ocasión.
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