La historia está llena de héroes que han dejado huella con sus actos de valentía y sacrificio. Uno de estos héroes es Sargento Stubby, un perro que, a pesar de su tamaño, se convirtió en un símbolo de coraje y lealtad durante la Primera Guerra Mundial.
¿Quién fue el Sargento Stubby?
Sargento Stubby era un perro callejero de raza mixta que fue encontrado en 1917 por el soldado J. Robert Conroy en el campus de la Universidad de Yale. Conroy y sus compañeros del 102º Regimiento de Infantería, 26ª División Yankee, adoptaron al perro, que rápidamente se ganó el cariño y la admiración de todos.
Entrenamiento y viaje a Europa
Stubby recibió un entrenamiento básico y aprendió a obedecer comandos militares, lo que le permitió seguir a sus compañeros humanos al frente de batalla en Europa. Sorprendentemente, el pequeño perro logró pasar desapercibido y embarcarse en el viaje a Francia, donde comenzaría su leyenda.
Hazañas en el campo de batalla
Stubby rápidamente demostró ser más que una simple mascota. Fue entrenado para responder al sonido de las bombas y las sirenas de gas, y se dice que aprendió a distinguir entre los uniformes aliados y los enemigos. Durante su tiempo en el frente, Stubby realizó varias hazañas notables.
Advertencia de ataques de gas
Una de las hazañas más notables de Stubby fue su capacidad para detectar ataques de gas mostaza antes de que fueran perceptibles para los humanos. Su agudo sentido del olfato salvó innumerables vidas, alertando a los soldados para que se pusieran sus máscaras de gas a tiempo.
Captura de espías
Stubby también demostró ser invaluable en la detección de enemigos. En una ocasión memorable, capturó a un espía alemán mordiéndolo en los pantalones y sosteniéndolo hasta que los soldados estadounidenses llegaron. Esta acción valiente le valió el ascenso a Sargento, el único perro en ser promovido a tal rango a través de combate.
Confort y moral
Además de sus habilidades tácticas, Stubby ofrecía consuelo y elevaba la moral de las tropas en las trincheras. Su presencia traía alegría y un sentido de normalidad en medio del caos de la guerra, demostrando el poder terapéutico de los animales.
Medallas y condecoraciones
Stubby participó en 17 batallas y varias escaramuzas durante su servicio. Fue herido en combate, pero regresó al frente después de recuperarse. Su valentía y lealtad le ganaron numerosas medallas y condecoraciones, incluyendo una medalla de oro del American Legion y una insignia de honor de la Humane Education Society.
Vida después de la guerra
Después de la guerra, Stubby se convirtió en una celebridad. Participó en desfiles, conoció a tres presidentes de los Estados Unidos (Woodrow Wilson, Warren G. Harding y Calvin Coolidge), y asistió a eventos de veteranos. También fue la mascota no oficial de la Universidad de Georgetown, donde su dueño, Robert Conroy, estudiaba derecho.
Stubby murió en 1926. Su cuerpo fue preservado y está en exhibición en el Museo Nacional de Historia Americana del Smithsonian.
Cine
En el año de 2018 se estrenó la película animada «Sargento Stubby, un héroe muy especial (Sgt. Stubby, An American Hero)» que está disponible en varias plataformas de streaming, una buena manera para que los niños conozcan la historia de este fantástico perro.
Conclusión
La historia de Sargento Stubby es un recordatorio de que el heroísmo puede venir en todas las formas y tamaños. Este pequeño perro demostró que la lealtad, el coraje y el amor pueden trascender las barreras, inspirando a generaciones con su legado. Sargento Stubby no solo es un héroe de guerra, sino también un símbolo eterno de valentía y dedicación.
